Uno de los principales avisos de que tienes altos niveles de estrés o ansiedad, es sentir que te ahogas. Esto puede ser por causas físicas o por emocionales, revisa a continuación qué puedes hacer al respecto.
Recuerdo esas veces en las que sentía que algo en mi cuerpo iba a dejar de funcionar correctamente, queriendo controlar yo misma esos procesos que se dan por sí solos, como es la respiración. Al querer controlarla, tan sólo aumentaba la tensión y me obsesionaba con el tragar saliva, generándome efectivamente una sensación de ahogo.
Es importante que sepas que la respiración y el tragar son dos funciones que tu cuerpo hace de manera automática, y lo más importante, es que necesitas dejar que haga lo que mejor sabe hacer: sobrevivir. En el momento que intervienes con tu mente, le pones tensión y aumentas los síntomas de incomodidad. Ayúdale a tu garganta, a tu pecho y a tu nariz a realizar sus procesos, hazlo aprendiendo a respirar y a relajarte, pero sobre todo, confiando en tu cuerpo.
Uno de los principales avisos de que tienes altos niveles de estrés o ansiedad, es sentir que te ahogas. Esto puede ser por causas físicas o por emocionales, revisa a continuación qué puedes hacer al respecto.